Cómo estimular en tu hija o hijo el pensamiento científico
¿Alguna vez tu hija o hijo te ha preguntado por qué sucede lo que sucede en la naturaleza? Por ejemplo, ¿cómo se forman los arcoíris, por qué existen las estaciones del año o qué provoca los terremotos? Este tipo de preguntas son normales en todos los seres humanos, más aún en los infantes, y son provocadas por la curiosidad. Para llegar a una respuesta lógica y confiable existe el pensamiento científico, el cual consiste en una forma en que nuestra mente busca entender lo que pasa a su alrededor de manera objetiva, sistemática y demostrable.
Si quieres estimular el pensamiento científico en tu hija o hijo toma en cuenta estos consejos:
â‘ Incítalos a observar. Fuera y dentro de casa hay cientos de fenómenos de la naturaleza que son fáciles de percibir, como la caída de una hoja, la evaporación del agua o el brillo de la Luna. Cada uno tiene una razón de ser y si la curiosidad hace que tu hija o hijo se pregunte por qué pasan o qué los provoca, abrirán las puertas del pensamiento científico.
â‘¡ Generen más preguntas. Aprovecha su entusiasmo y encamínala o encamínalo a pensar cosas como: cuándo pasó, en qué lugar fue, qué sucedió antes, qué sucedió después y más. Toma en cuenta todas sus preguntas, quizá algunas ni siquiera a ti se te habían ocurrido. Apúntenlas para tenerlas presentes a lo largo de todo el proceso.
â‘¢ Planteen posibles respuestas. Esto hará que tu hija o hijo utilice sus conocimientos previos para tratar, por sí mismos, de entender algo que aparentemente desconocen por completo y le permitirá establecer conexiones entre los conocimientos teóricos y la práctica. Sus posibles respuestas podrían confirmarse o cambiar más adelante.
- “La hoja cae porque el aire o la lluvia la empujan al suelo”.
- “El agua se evapora cuando hace calor”.
- “La Luna brilla cada que el Sol se apaga”.
â‘£ Investiguen y experimenten. La búsqueda de información relacionada al fenómeno observado les brindará más certeza sobre lo ocurrido. Los libros escolares, revistas, programas de televisión o internet son buenas fuentes de información sabiéndolas utilizar. Si tienen oportunidad, repliquen el fenómeno las veces que sean posibles, así podrán ver detalles o cambios que quizá se perdieron la primera vez.
Les recomendamos ver:
- SID, el niño científico en Netflix y Amazon Prime, para niñas y niños de 3 a 6 años.
- Operation ¡ouch! en Canal Once y Netflix , para niñas y niños de 6 a 9 años.
- El mundo de Beakman en Canal Once, para niñas y niños de 9 a 12 años.
⑤ Establezcan conclusiones. Vuelvan a las preguntas iniciales y construyan respuestas utilizando los datos obtenidos durante el proceso. De esta forma podrán comprobar si las respuestas propuestas fueron correctas o hay algo que replantear. Por ejemplo: “La hoja cae porque es arrancada del árbol por la lluvia o el viento y va hacia el suelo gracias a la gravedad”.
¡Vamos! Es momento de poner en práctica el pensamiento científico, su misión es que podemos llegar a conclusiones lógicas, argumentadas y comprobables con las cuales comprender mejor el mundo que nos rodea. Con él, tu hija o hijo encontrará sentido a los temas escolares, verá su utilidad en la vida cotidiana y hasta podrá conectarlos para resolver problemas.
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