Sigue la Estrella de Belén, puede acercar a tus hijos a la ciencia

Observar el cielo en la noche, además de ser fascinante, puede contribuir a acercar a tus hijos a la ciencia. Desde hace mucho tiempo los humanos observamos el cielo y nos hemos dado cuenta de que nos ayuda a contestar algunas preguntas. Tanto es así­ que con las estrellas hemos aprendido a medir el tiempo. Todas las antiguas civilizaciones utilizaron el movimiento de los astros para crear sus calendarios y actualmente aún lo hacemos, tomamos el tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta sobre sí­ misma como un dí­a y el tiempo que tardamos en darle una vuelta al Sol como un año.

Incluso creamos tradiciones a partir de la observación de los movimientos de los astros. Por ejemplo, ¿qué serí­a de la Navidad sin la Estrella de Belén? Pero ¿qué fue realmente esa estrella? Eso es aún un enigma, pues no se sabe con certeza en que dí­a, mes o año nació Jesús y eso dificulta la investigación. Sin embargo, existen algunas teorí­as de lo que pudo ser:

  • Un cometa: Esta teorí­a se creó porque se suele representar como una estrella con cola, aunque es difí­cil que hubiera sido este fenómeno, ya que haciendo cálculos no hay alguno que pasara por la Tierra en esa época.
  • Conjunción: Una conjunción es cuando vemos a astros muy brillantes al mismo tiempo en el cielo. í‰sta es actualmente de las teorí­as más aceptadas, aunque los astrónomos aún no se ponen de acuerdo cuál conjunción podrí­a haber sido. Acá te contamos de dos posibilidades:
    • Júpiter y Saturno: En el año 7 a.e.c. hubo una conjunción entre estos dos planetas, pero no fue cualquier tipo de conjunción, fue una rarí­sima que se presenta pocas veces (¡y nosotros también la vamos a poder ver este 21 de diciembre), se veí­an tan cercanos que parecí­an un mismo punto.

 

  • Júpiter, Saturno, Venus, la Luna y el Sol: En la constelación de piscis se vieron todos juntos, aunque ésta es un poco menos obvia, ya que sólo los que estudiaban el cielo podí­an saber de esta conjunción, porque se presentó en pleno dí­a.

Como quiera que fuera, esas antiguas observaciones han tenido gran repercusión en nuestras tradiciones actuales, como festejar el inicio y fin de un año o el de la Navidad y siempre es maravilloso ver al cielo nocturno porque ver tantos puntos brillantes juntos es casi mágico. Las estrellas con sus diferentes colores y tamaños adornan la obscuridad de la noche hace que sea inevitable admirarlo y asombrarnos.

Además, este mes de diciembre hay mucho que podemos observar, como la última Luna llena del año que será el 31 de diciembre, así­ que sigue asombrándote con el cielo y ayuda a que tus hijos también se maravillen con él. Tal vez algún dí­a el descubrimiento de uno de tus hijos tenga grandes repercusiones para las civilizaciones futuras.

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