Creciendo juntos

RESUMEN: Los alumnosidentifican el proceso que lleva el consumir una fruta u hortaliza, comenzando en el campo con la germinación de una planta, la cosecha, el transporte del producto a los supermercados y después en la compra que llevan a casa para ser consumida por ellos. Para observar el proceso, se crea un huerto en el patio de la escuela y la construcción de un espantapájaros para cuidar la producción.


Tiempo estimado:
90 minutos: 3 sesiones de 30 min.


Dirigido a:
tercer de preescolar.

 

Objetivo educativo:

  • Observar el proceso de germinación de algunos cultivos para identificar las partes de las plantas mediante la construcción de un huerto escolar.

  • Reconocer de dónde vienen los alimentos, desde su producción hasta su mesa.

 

Tema central: Crecimiento de las plantas y su aprovechamiento.

 

Reto: Aprender a germinar plantas en un huerto casero.

 

Materiales y recursos:

Actividad 1. Las plantas

  • Video introductorio “Habí­a una vez una semilla”.

  • Batas para pintar.

  • Hojas marquilla.

  • Pintura acrí­lica de diferentes colores.

  • Pinceles.

  • Macetas donde se sembrarán las semillas.

 

Actividad 2. Cultivando la tierra

  • Espacio ambientado como supermercado que cuente con frutas y verduras.

  • Listados de frutas y verduras.

  • Semillas de diversos frutos o vegetales.

  • Macetas previamente decoradas.

  • Tierra húmeda.

  • Espacio destinado para el huerto escolar.

  • Regaderas.

  • Agua.

 

Actividad 3. El espantapájaros (30 minutos)

  • Palos de madera de distintos tamaños.

  • Estambre.

  • Tijeras.

  • Camisa.

  • Pantalones.

  • Playera de color claro.

  • Sombrero.

  • Guata para rellenar.

  • Pintura acrí­lica.

  • Pinceles.

  • Para mirar el crecimiento de la planta en time lapse https://youtu.be/yxamDPX1Lys.

 

 

Procedimiento:

 

Sesión 1.

  1. Se inicia con el cuento: “Habí­a una vez una semilla” de Judith Anderson y Mike Gordon.

  2. Se intercambian las ideas principales y son dirigidas, si es necesario por la maestra:

  • ¿Qué le gustaba hacer al abuelo?

  • ¿Cómo se hace para plantar semillas?

  • ¿Hacia dónde crece primero la semilla?

  • ¿Qué necesitan para crecer las plantas? ¿qué hay debajo y sobre la tierra?

  1. Se les muestra una imagen con las partes de la planta, señalando cada una y comentando cómo van creciendo.

  2. Se les pide que cada alumno identifique y recrea sus propias plantas. Se les proporciona una hoja marquilla, pinceles y pintura acrí­lica para realizar su obra artí­stica, la cual será expuesta en el corcho escolar.

  3. Se les invita a reflexionar: ¿nosotros podrí­amos ser unos jardineros? ¿dónde podemos cultivar nuestras semillas? Se les explica que podemos utilizar la zona del huerto en la escuela, en el que sembraremos semillas con la intención de ver crecer nuestras plantas que después de un tiempo podremos cosechar.

  4. Se decora cada maceta que serán la casa de nuestras semillas y se deja secar.

 

Sesión 2 (30 minutos)

  1. Se inicia reflexionando sobre los alimentos que consumimos. Se les cuestiona:

    1. Cuando van al super, ¿qué alimentos compran?

    2. ¿Creen que ahí­ los hacen?

    3. ¿De dónde vienen las frutas y vegetales?

  2. Después de comentar entre todos de dónde salen los alimentos que consumimos. Se les pide ir al supermercado de la escuela, se les asignan listados de frutas y verduras con distintas cantidades que tendrán que leer y surtir.

  3. Al final, cada uno pasa por la caja para contar la cantidad de productos que compraron. Se les motiva a realizar la suma de forma mental y después a corroborar su resultado con el conteo uno a uno de sus productos.

  4. Se les invita a observar cuáles de los productos que compraron tienen semillas, ¿conocen otros alimentos que tengan semillas? ¿cuáles creen que puedan sembrarse en nuestro huerto?

  5. Se les muestra las distintas semillas que hay para cultivar y eligen las que más quieran.

  6. En equipos, se dirigen a la zona del huerto, se les asigna un espacio de trabajo y comienzan a llenar sus macetas con tierra.

  7. Colocan las semillas que serán germinadas. Se les recuerda que en el cuento de “Habí­a una vez una semilla” se muestra las proporciones de tierra que debe tener cada maceta antes de colocar las semillas.

  8. Una vez colocadas las macetas en el espacio del huerto, riegan sus cultivos con agua.

 

Sesión 3 (30 minutos)

  1. Se recuerda que en el cuento de “Habí­a una vez una semilla” la niña dice que las plantas pueden resultar atractivas para ciertos animalitos, por lo que se necesita ayuda de un espantapájaros que cuide los cultivos cuando crezcan. Si es necesario releemos el cuento.

  2. Es momento de crear el espantapájaros. Se distribuye el trabajo en 2 equipos. El primero tendrá que pensar cómo hacer el cuerpo, el segundo será responsable de la cabeza.

  3. Se les invita a reflexionar ¿cómo podemos hacer para que se mantenga firme? Recolectando las ideas, se crea un boceto de del proyecto antes de llevarlo a la acción.

  4. Se les brindan los materiales para la construcción de las distintas partes: cabeza (playera blanca, sombrero, pintura, pinceles, guata para relleno) y el cuerpo (palos de madera, estambre, tijeras, camisa, pantalones).

  5. Comienzan a trabajar en equipos, dividiéndose las tareas de forma que todos sean partí­cipes. Pueden recibir ayuda de un adulto, pero las ideas y soluciones deben ser de los niños.

  6. Se ensamblan las partes realizadas por cada equipo y se comprueba si es estable para mantenerse de pie y cuidar a los cultivos.

  7. De ser firme, estamos listos para que con paciencia y amor las plantas crezcan fuertes y en unos meses se pueda cosechar lo que sembramos.

  8. Se les muestra con un video de time lapse el crecimiento de un germinado con el paso de los dí­as. Esto les ayuda a tener como referencia cuál es la meta para el crecimiento de nuestras plantas, si se tienen buenos cuidados en nuestro huerto.

  9. En cuestión de 3 dí­as, se puede ver el inicio de la germinación en las propias plantas.

  10. Al término del proyecto, se les pregunta a los niños qué fue lo que más les gustó y cuál fue la parte más divertida. ¿Podrán hacer un huerto en casa?

  11. Se les invita a compartir lo que aprendieron con sus familias y amigos. Así­ podrán consumir productos directamente desde casa sin pasar por los supermercados.

 

Adicionales a las sesiones:

Es de suma importancia crear el hábito de revisar el estado de nuestras plantas todos los dí­as, observar los cambios que han tenido y hacerse responsables de seguir proporcionando lo necesario para que su crecimiento continúe de forma satisfactoria.

 

Al pasar de los dí­as podemos retomar algunas preguntas como

    • ¿qué es lo que sale por debajo de la tierra?,

    • ¿cómo se llama lo que brota sobre la tierra?

    • ¿qué necesitaron nuestras plantas para crecer?

 

Evaluación:

La evaluación se lleva a cabo por parte del docente de forma individual para poder observar si se lograron los objetivos del proyecto. Se puede ir realizando al término de cada sesión.

 

Referencias bibliográficas:

  • Anderson, J., (2010). Habí­a una vez una semilla. Milagros de la naturaleza. Madrid, España. Grupo Anaya.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *