¿Cómo ayudar a tu hijo o hija a manejar mejor sus emociones?
¿Cómo ayudar a tu hijo o hija a manejar mejor sus emociones?
*Es importante enseñarles desde pequeños a convivir con sus emociones en el día a día.
Las emociones forman parte de los bebés desde el momento en que nacen. En esta primera etapa de vida se forjan la mayor parte de las actitudes que los o las hacen adaptables a su entorno. Es muy importante que mamás, papás y otros miembros de la familia aprendan a orientar a los bebés desde este periodo, para que crezcan con emociones saludables y la capacidad de convivir en armonía con otras personas.
¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos a manejar sus emociones?
Daniel Goleman, psicólogo estadounidense y autor del libro Emotional Intelligence (Inteligencia Emocional), comenta que, para poder encargarse de esta tarea, los padres de familia deben ser “seres emocionalmente inteligentes”.
Parte de ello consiste en conocer los tipos de emociones que forjarán la personalidad de niños y niñas. Es importante considerar que cada bebé es distinto y no necesariamente presentará estas emociones de forma ordenada o estructurada.
Emociones básicas: Aparecen entre el año 1 y los 3 años de edad y están prefijadas a la vida cotidiana, como son la alegría, tristeza, ira, miedo y asco.
Los bebés no cuentan todavía con las habilidades de lenguaje para decir claramente qué les incomoda o qué les agrada. Aquí es donde los padres de familia deberán actuar con inteligencia emocional para analizar las necesidades de su bebé y resolverlas. Responder impulsivamente le creará al bebé la noción de que el llanto es una herramienta para conseguir lo que quiere de manera inmediata.
A partir de los 4 años, el lenguaje será más fluido y es aquí donde la comunicación con los padres será más clara y brindará al niño o niña la oportunidad de externar sus inquietudes por medio de las palabras. Conforme crecen, niños y niñas se vuelven más conscientes de sus emociones negativas, encontrando causas específicas para el enojo, como la frustración, la injusticia o el rechazo.
Emociones secundarias: Van de los 10 a los 11 años de edad y son emociones más complejas que no siempre mostrarán a través de gestos, como amor, timidez, ansiedad y culpa. Algunos niños y niñas las expresan con conductas llamativas, cambios constantes de ánimo o incluso aislamiento.
Es importante como papá o mamá hacerle saber al niño o niña que puede confiar en ellos para hablar sobre sus emociones. Los familiares o cuidadores no deben juzgar ni minimizar las emociones de los pequeños, ya que esto podría generar una falsa impresión de que sus sentimientos no importan.
Lo mejor que puedes proporcionar a tus hijos e hijas en esta etapa es contacto afectivo y paciencia para escuchar y entenderlos. La comunicación abierta y clara, así como tu ejemplo, ayudarán a que comprenda mejor las emociones que vive y cómo hacen eco en distintas áreas de su vida.
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