El huerto en clase

Estudiar la naturaleza en el aula y desde un libro, puede resultar todo un reto cuando se trata de estimular la curiosidad en los niños, inclusive para ellos es demasiado abstracto imaginar las interacciones que existen en los ecosistemas desde una imagen estática o con recursos audiovisuales que parecen mantener una barrera entre los alumnos y la naturaleza.

 

Se trata de pensar la práctica educativa en otro sentido, comenzando desde lo práctico, donde están las dudas y los retos a resolver y acudir a libros, videos u otros documentos de consulta que permitan entender lo que ocurre en realidad, para regresar al terreno vivo, aplicar lo que se consultó y así­ comenzar a trazar un camino dinámico e infinito de construcción del aprendizaje.

 

Un huerto en la escuela puede ser el terreno perfecto para plantear dudas, provocar la curiosidad y generar aprendizajes significativos. Es un lugar lleno de posibilidades prácticas y fenómenos naturales donde los alumnos, sin importar el grado o la edad, pueden participar, experimentar, interpretar, formular sus propias hipótesis y obtener resultados.

 

El valor didáctico que puede tener un huerto puede ser tan amplio o limitado como tú lo desees, depende de tu habilidad como docente para utilizar todo lo que sucede en el huerto como un pretexto para aprender.

 

Para ello es importante que tengas claro lo que ocurre en un huerto y lo que al mismo tiempo te ofrece para potencializarlo.

 

  •   Planeación del huerto: Antes de tener un huerto se requiere de una planeación y diseño del espacio, incluir a tus alumnos desde este punto puede ser una oportunidad para abordar contenidos de organización del terreno destinado para el huerto, se requiere también tomar medidas de longitud así­ como estudiar la orientación del sol. También es importante saber acerca de las hortalizas que se desean cosechar, si son perenes, si tardan en germinar o si se van a adquirir en planta. Al incluir a los alumnos en esta actividad se pueden abordar temas de nutrición y desarrollo de las plantas.

 

De manera transversal será necesario organizarse y tomar decisiones, compartir opiniones e ideas de manera colectiva, lo que permite desarrollar competencias sociales y por qué no, retomar los saberes tradicionales de familiares campesinos o de quienes tengan conocimientos del cuidado de plantas, desde jardineros hasta botánicos. En este proceso tu papel como docente es de mediador y promotor del diálogo para que tus alumnos puedan desarrollar la capacidad de escucha, la tolerancia y el proceso de toma de decisiones para un fin común.

 

  •   Mantenimiento del huerto: Una vez que hayan emprendido el huerto escolar, será necesario llevar a cabo diversas actividades para mantenerlo vivo como regar, plantar, trasplantar, sembrar, germinar, abonar con composta, atender las plagas y cosechar.

 

Cada una de estas actividades puede ser una oportunidad para abordar diversos temas como la importancia del agua para los seres vivos, la composición de los suelos, las interacciones entre seres vivos (flora y fauna en un huerto), partes de las plantas, nutrición de los seres vivos (autótrofa y heterótrofa), fotosí­ntesis, cadenas alimentarias, estaciones del año, energí­a solar, clima, etc.

 

  •   Exploración del huerto: Aunado a lo anterior puedes introducir actividades sensoriales, ya que todos los sentidos jugarán un papel muy importante en el huerto para explorar e identificar texturas, olores, sabores, colores y formas.

 

Otras actividades que puedes realizar son:

  •   Llevar una bitácora del huerto y documentar lo que ahí­ sucede para revisar y evaluar el proceso que llevan como grupo.
  •   Distribuir responsabilidades y fomentar el trabajo colaborativo.
  •   Incluir a toda la comunidad escolar y a los padres de familia.
  •   Utilizar materiales reciclados y crear sus propias macetas.
  •   Llevar un calendario de actividades y destinar los dí­as de cosecha como una actividad compartida y comunitaria.
  •   Comenzar un recetario con las cosechas, puede ser de platillos o de medicina tradicional.

 

Si no sabes cómo tener un huerto ni qué se requiere para llevarlo a cabo, no tengas miedo, hay mucha información en la web y los alumnos pueden jugar un papel muy importante para ayudarte a recabar información, pero sobre todo para ir aprendiendo en conjunto y cosechar entre todos hortalizas, aprendizajes y logros compartidos.

 

Fuentes:

  •   Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación ““ FAO.(2009).  El huerto escolar como recurso de enseñanza-aprendizaje de las asignaturas del currí­culo de educación básica. Santo Domingo, República Dominicana.
  •   JIMENEZ, Manuela, El huerto escolar en educación infantil. Una propuesta práctica de trabajo.  www.ecohuertosescolares.eu/sites/default/…/huertoecologico_educacion_infantil.pdf

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *