Gratitud – Una poderosa herramienta en las aulas

La gratitud es una emoción positiva muy poderosa y una virtud moral valorada en todas las culturas alrededor del mundo. El investigador Robert Emmos la ha considerado, incluso, la llave de la felicidad. Y es que cuando agradecemos, somos capaces de identificar elementos positivos en nuestra vida, justo la gratitud se expresa hacia circunstancias del pasado o del presente, por ejemplo: estoy agradecida por tener en mi vida a tal amigo, estoy agradecida por poderme dedicar a lo que me gusta, estoy agradecida por el amanecer que pude presenciar el dí­a de hoy.  No se puede agradecer lo que todaví­a no ocurre y esto otorga un sentido de suficiencia a la propia vida, a diferencia del sentido de carencia que surge de concentrarnos en todo lo que deseamos y no tenemos.

EL investigador Robert Emmons (2013), experto en el tema de gratitud, ha descubierto que si hacemos de la gratitud un hábito tenemos grandes beneficios, como por ejemplo, fortalecer los lazos interpersonales, tener repercusiones positivas para la salud y ayudar a mantener un estado de ánimo positivo.

Además, la gratitud es una de las 24 fortalezas de carácter de la teorí­a de Seligman (padre de la psicologí­a positiva) y Peterson (2004). Ellos señalan que cuando las personas experimentamos gratitud somos capaces de reconocer los “regalos” que la vida nos da, para los cuales no tuvimos que hacer absolutamente nada para recibirlos. Y lo que estos investigadores han planteado es que el cultivar las fortalezas ayuda a tener una vida más significativa, más productiva y más feliz.

Hablando del ambiente de las aulas, podemos utilizar la promoción de la gratitud para ayudar a nuestros alumnos a: aumentar su repertorio de emociones positivas, enriquecer sus relaciones con los demás, desarrollar otras emociones que van relacionadas con la gratitud como el amor, la empatí­a y la solidaridad y también a enriquecer su confianza en la vida en general.

Cómo ayudar a nuestros alumnos a desarrollar gratitud

Lo primero que habrí­a que considerar es que estas recomendaciones son para niños de 6 años en adelante, que es justo cuando Emmons señala que podemos empezar a expresar gratitud de manera deliberada.

  •   Empieza por ti. 

La primera recomendación serí­a empezar por ti, como docentes es muy importante tener en cuenta que nuestros alumnos van a aprender del ejemplo que les demos. Entre más comprometida estés con cultivar la gratitud, más referencias tendrán tus alumnos para desarrollar esta fortaleza.

  •   El diario de gratitud. 

Robert Emmons señala que llevar a cabo un diario de gratitud es una gran idea. No tiene que ser forzosamente “diario”, te invito a que cada semana, puede ser al iniciar el dí­a Lunes, invites a tus alumnos a escribir en su cuaderno algo que agradecen de la semana anterior. Ayuda mucho si estos agradecimientos se hacen de manera concreta, no es lo mismo decir, “doy gracias porque la semana pasada fue muy bonita” a “doy gracias porque la semana pasada comí­ con mi abuelita y la pasé muy bien”. Estamos buscando más ejemplos como el segundo, que señalen de manera concreta qué se está agradeciendo.  

  •   La carta de gratitud. 

Otra excelente estrategia también del investigador Robert Emmons es hacer una carta de gratitud. Invita a tus alumnos a escribir una carta, puede ser para alguien de la escuela (alguna maestra, la directora, el personal de intendencia) en donde señalen por qué están agradecidos con esa persona. La idea es poder entregar esta carta a su destinatario. Un punto muy importante en este sentido es que no se mezcle con otras intenciones, por ejemplo, si es para la directora no poner: “gracias porque todos los dí­as nos saluda a la entrada, aunque nos gustarí­a que no nos llamara la atención si llegamos tarde”, la segunda parte de la frase no entrarí­a en la carta de gratitud porque es una petición y entorpece los fines de este poderoso recurso.     

  •   El baúl de gratitud. 

El baúl de la gratitud es una adaptación de otra estrategia de Emmons, se trata de conseguir una caja de papel para el salón, en ella, cada alumno meterá un papelito en donde escriba qué “regalos” tienen como grupo, puede ser: una escuela muy bonita, una cafeterí­a con tortas muy sabrosas, un pizarrón muy grande, una maestra muy cariñosa, etc. La idea es identificar todos estos “regalos” con los que cuentan y tenerlos presentes. Cada cierto tiempo, ese baúl se puede ir llenando con nuevos papelitos. 

 

í‰stas son algunas de las ideas con las que puedes empezar a practicar la gratitud en tu salón de clases, será muy interesante que las vayas aplicando y que vayas observando qué efecto tiene el cultivar esta fortaleza de carácter. También serí­a muy interesante que pudieras compartir fotos y experiencias para ir fortaleciendo esta comunidad de docentes que están practicando la Psicologí­a Positiva en las Aulas. Para ello puedes usar mi cuenta de twitter @a_lejandralopez . Recuerda que si queremos impulsar el desarrollo óptimo e integral de nuestros alumnos tenemos que hacer acciones que nos lleven hacia esta meta. Y para el tema de gratitud es necesario, tal como lo señala David Steindl-Rast, detenerse, observar y hacer algo. Es necesario darle un espacio a la gratitud e implementar estrategias para expresarla, con ello impulsaremos el desarrollo individual y también comunitario de nuestras escuelas. 

 

Fuentes:

  •   Emmons, R. (n.d.). Gratitude works!, 2013
  •   Peterson, C. and Seligman, M. (2004). Character strengths and virtues. Washington, DC: American Psychological Association.
  •   David Steindl-Rast | Ted.com. “Cultivar la Gratitud como camino a la Felicidad”. https://www.youtube.com/watch?v=CpZH63i7NJo

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