En mayo todos felicitamos a Mamá, pero pocas veces somos conscientes de la magnitud de su labor. 

Aunque cada madre es única y tiene contextos familiares, laborales y culturales diferentes, todas tienen un impacto muy significativo, en particular, durante los primeros años de vida, desde la gestación, lactancia, ví­nculo, valores, cuidados, protección y una larga lista que más allá de ser motivo de felicitación, es de agradecimiento.

El filósofo chino Lao Tse dice que “El agradecimiento es la memoria del corazón” y en esta memoria la figura materna es imborrable, pues cada una de sus acciones tienen tanto filo, que quedan grabadas para toda la vida. Por esta razón, queremos aprovechar la oportunidad para invitarte a cultivar la gratitud, reconocer y valorar algunos factores que una madre aporta a lo largo de la vida de un ser humano.

Gracias, mamá por ser la primera persona en quererme aún sin conocerme, reconozco tu voz y me da tranquilidad. 

Tu alimento, tus abrazos, tus besos y los cuidados que has procurado desde el vientre y al nacer, marcaron la pauta de mi salud y mi desarrollo fí­sico, emocional y cognitivo.

El ví­nculo que formamos es tan poderoso que hablamos el mismo lenguaje y podemos entendernos aún sin usar palabras. 

Gracias, mamá por tu compañí­a, por atender y entender mi llanto. Por caminar conmigo mis primeros pasos y por tu habilidad como cuenta cuentos que me ayudan a decir mis primeras palabras.

Tu complicidad a la hora de jugar me hace sentir feliz y descubro, cada dí­a, cosas nuevas y de lo que soy capaz de hacer.

Gracias, mamá por tu paciencia y por lograr gestionar tus emociones para que yo pueda seguir tu ejemplo. Por resolver las preguntas simples y complejas que te hago. Por organizar mi rutina mientras lidias con la tuya. Gracias a ti me siento listo(a) para explorar todo lo que me rodea.

Gracias, mamá porque después de haber tenido un ví­nculo tan fuerte, me ayudas a ser independiente. Ahora puedo hacer nuevos amigos.

Reconozco a otras personas que hacen equipo contigo en mi formación, pero tu acompañamiento, tus cuidados y todo lo que procuras, sigue siendo indispensable para darme la seguridad que necesito para seguir descubriendo el mundo. 

Gracias, mamá por que pronto creceré, pero el amor y la seguridad que me das ahora, me ayudarán en el futuro a afrontar las situaciones que se me presenten. 

Serás una compañera sabia que me guiará para tomar mis propias decisiones en los momentos más confusos. No tengo una bola de cristal, pero sé que estarás a mi lado aun cuando sea un adulto ¡Gracias, mamá por tu infinito amor!