Los hábitos son todas aquellas acciones que realizamos constantemente y a las cuales les damos un toque único y especial. Puede que las hagamos de manera individual o en compañí­a de familiares, amigos o animales de compañí­a. Leer, hacer ejercicio o cantar en la regadera son algunos ejemplos.

Consciente o inconscientemente, la pandemia ha traí­do cambios inevitables en nuestros hábitos. Lavarnos las manos o portar cubrebocas son los más obvios, pero date un tiempo para pensar: ¿qué hábitos has creado o cambiado durante los últimos meses? ¿Cuáles involucran a los más pequeños de tu hogar? Por ejemplo, a través de nuestras redes sociales, varias familias nos han hecho saber que durante este tiempo:

• compartieron más horas de juego,
• estudiaron juntos,
• platicaron sobre sus emociones, o
• aprendieron una nueva habilidad.

Lo anterior, además de mostrar posibilidades de convivencia, evidencia que las y los niños han tenido mayor oportunidad de compartir valiosos momentos con sus seres queridos, situación que en otras circunstancias no habrí­a pasado. La importancia educativa que tienen estos nuevos hábitos en el desarrollo integral de tus pequeños radica en que:

• fortalecen sus habilidades socioemocionales,
• mejoran la comunicación con sus seres queridos,
• estimulan su imaginación y creatividad, y
• potencializan su resiliencia (capacidad de superar momentos complicados).

Cuando la terminen, ellos te entregarán a ti y/o a otros miembros de la familia una pequeña lista con las cosas que les han gustado hacer en su compañí­a y que desearí­an conservar en el futuro.

Mira frecuentemente esa lista y haz todo de tu parte para convertirla en verdaderos hábitos. Solo no te confí­es, el cambio hacia la nueva normalidad puede provocar que olvides darle continuidad a esas acciones. Recuerda, ha sido una etapa complicada, pero han pasado cosas muy valiosas que pueden mejorar nuestras vidas.