Sana Competencia
¿Cómo impulsar la sana competencia?
Educar en emociones y valores es uno de los retos más grandes como docentes. Es uno de los aprendizajes que más perdurará en la vida de los estudiantes, es un aprendizaje que siempre los va a ayudar a enfrentar cualquier adversidad en la vida.
Durante el día de clases se presentan muchas oportunidades para inculcar valores y forjar el carácter. Tus alumnos siempre quieren dar su mejor esfuerzo y la mayoría quieren sobresalir. Uno de los retos a los que tú te enfrentas como docente es fortalecer la sana competencia entre tus alumnos, pero ¿cómo lograrlo?
La competitividad en el salón de clases es necesaria para lograr objetivos, pero depende de cómo se maneje, si solo “se gana” o “se pierde” se puede fomentar baja autoestima, inseguridad o estrés en tus alumnos, o si se persigue solo la perfección, no se sentirán seguros para afrontar eso.
La sana competencia busca un equilibrio entre las ganas de mejorar y la superación de cada alumno, sin caer en una competitividad que repercuta en un ambiente negativo y frustrante. En este caso, tu papel como docente es acompañar a los alumnos a que estén satisfechos con lo que lograron hacer e impulsarlos a siempre mejorar.
Se necesita rescatar e impulsar las características de la competitividad para cultivar una sana competencia. Es importante hacerles comprender que el participar en actividades no siempre se trata de ganar o perder, que si se pierde no significa ser débil o inútil, al contrario, es invitarlos y motivarlos a cambiar la estrategia o buscar nuevas formas de mejorar. Siempre escucha lo que sienten o les cuesta trabajo, de esta manera puedes impulsarlos y así valorar más su esfuerzo.
Algunas de las recomendaciones para impulsar la sana competencia en tu salón de clases son:
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Resiliencia: con ayuda de esta herramienta, los ayudas a fortalecer su capacidad para sobreponerse a situaciones adversas como perder y asumirlo como una experiencia por aprender, replantear sus metas, esforzarse más y crecer.
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Dejar el miedo a cometer errores: impulsas a tus alumnos a ver sus errores como una oportunidad de volver a empezar y mejorar.
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Resaltar el esfuerzo: no dejar de resaltar los logros de cada alumno y poder expresarle: “Lograste hoy lo que ayer te costaba tanto”.
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Fomentar la cooperación y ayuda a los demás: impulsar el trabajo en equipo y disfrutar las actividades con los demás.
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Juega con tus alumnos: organiza con tus alumnos juegos donde se sientan libres de disfrutar de ganar o perder.
Y tú, ¿cómo impulsas la sana competencia con tus alumnos?
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