La música tiene muchas virtudes y te puede acompañar todos los dí­as en la convivencia con tus niños y niñas en primera infancia.

La música es muy poderosa y podemos convertirla en una aliada, generando un ambiente sonoro, que invite a dormir cuando sea la hora, que invite a jugar y a moverse, que prolongue los momentos de concentración y que provoque abrazos. 

La música favorece el estado emocional de la familia; puede alegrar, relajar y tranquilizar.

La música invita al movimiento, éste es muy importante en los niños; desplazarse, gatear, caminar, brincar y bailar. El ritmo es un carril de regulación del movimiento. 

 Es difí­cil quedarse quieto con una melodí­a bailable y rí­tmica. Así­ tu niño.

La música ayuda a la concentración.  Favorece la exploración, la indagación.  Crea un clima que aumenta el lapso de concentración y el enfoque. 

La música apoya a la rutina del dí­a.  Se convierte en un mensaje más que acompaña a la hora de dormir, el baño, la comida y el momento de levantar los juguetes.

¿Qué género o géneros musicales son adecuados? 

¡La música que te guste, es ideal!  Lo que se escucha en casa; es como el sazón de la comida de la familia. ¡Pero no te quedes nada más con esto!  Busca exponer a tu niño a diferentes géneros musicales. Sus sentido musical te lo agradecerá.

Busca que la música que escuchan, sea adecuada para el momento.  Que se convierta en un lenguaje  de convivencia.  Para dormir, una canción de cuna para los más pequeñitos les ayudará a asociar y a anticipar el descanso. Evita ambientes ruidosos y sobre estimulantes.  Regula el volúmen y observa la reacción de tu niño o niña (el rock pesado no es adecuado para momentos antes de dormir).

El ritmo regular, recuerda a las experiencias del latido del corazón en el útero. Por eso tranquilizan las palmadas, el movimiento rí­tmico, los tambores.

La música clásica. 

Escucha a Mozart, no en las versiones simplificadas para bebés, sino en su versión original.  El oí­do de tu bebé tiene toda la capacidad de registrar y disfrutar de la música, sin alteraciones. La música de Mozart y la Musica Barroca, tienen caracterí­sticas óptimas por su regularidad, armoní­a y composición. 

Busca géneros variados y de música del mundo. El oí­do de tu pequeño ira incorporando estos sonidos y quedará listo para apreciar diferentes géneros. 

¡A jugar con música!

• Juegos de auto regulación.  Percusión acompañando a la música y cuando se detiene, dejamos de percutir o de marchar.  Inhibimos el movimiento”
• Orquesta familiar, con ollas, tambores, campanas. Siguiendo el pulso de la música.
• Cantar en familia.  Notarás que al principio repite las últimas sí­labas y va construyendo el canto.

Bailar en familia.

• Puedes organizar juegos que facilitan respuestas motrices y ubicación espacial. rápido lento, adentro, afuera, arriba o abajo.
• También pueden hacer rutinas mí­micas para los pequeños y rondas para los grandes.  Con secuencia de movimientos a memorizar. Juego en el cuerpo del bebé y el pequeño.  Caminando hormigas, haciendo pizza”.  Inventen canciones adecuadas. 
• Llévalo a conciertos para bebés y niños en primera Infancia.  

En México y Latinoamérica hay grupos de música Infantil de mucha calidad.

Hermanos Rincón, Cántaro, Grupo Rosario, Daniel Allaria entre otros.

La música se queda grabada en nuestro cerebro, en nuestros sentidos y en nuestro corazón.  Conviértela en una aliada en casa. ¿Has experimentado alguna vez, que al escuchar una melodí­a, te remontas a años atrás, a un momento de tu vida?  Antes de razonarlo, ya viajaste, no sólo con los sentidos, sino con tus emociones. 

¡Aní­mate! Haz que forme parte de su memoria afectiva y mental.