Burnout o agotamiento parental

Consejos para apagar el incendio

Cuando te conviertes en mamá o papá sientes un amor profundo por tus pequeños que te alienta a convertirte en la mejor versión de ti mismo(a), pero también debemos reconocer que es una tarea muy demandante y cansada.

Algunas madres y padres llegan al lí­mite manifestando sí­ntomas de burnout; un sí­ndrome de agotamiento fí­sico, mental y emocional que se caracteriza por presentar altos niveles de estrés crónico y agotamiento asociado a la gran cantidad de responsabilidades.

 

 

Si eres mamá o papá de un bebé, niña o niño pequeño la angustia puede ser mayor, pues a esta edad los niños dependen completamente de sus cuidadores y si a esto le sumamos que los primeros años son la base para todo su desarrollo posterior, son motivos suficientes para realizar la labor de madre o padre bajo una gran presión.

Alerta de incendio

Estos son los sí­ntomas principales del burnout:

  • Agotamientoexcesivo
  • Ansiedady estrés elevado y constante
  • Dolores de cabeza
  • Dolores musculares
  • Falta de placer por la crianza de tu niña o niño
  • Irritabilidad que puede llegar a la violencia
  • Problemas para conciliar el sueño
  • Trastornos gastrointestinales
  • Tristeza y ganas de llorar repentinas

¿Te identificaste? No te reproches ni te avergí¼ences. Lo importante ahora es atacar pronto el problema. Aquí­ te dejamos algunas consejospara lograrlo:

  • Crea una red de apoyo. Haz equipo con tu pareja o familia para turnar el cuidado de tu bebé niña o niño. Busca momentos de recreación, descanso y no te sientas culpable por desconectarte y divertirte. También puedes crear un grupo de mamás y papás como tú que estén dispuestos a compartir situaciones y consejos u organizar citas de juego. Pedir ayuda no es signo de debilidad.
  • Realiza actividades que disfrutes y puedas hacer con tus pequeños. Además de divertirte, fortaleces el ví­nculo con tu niña o niño. Ella o él, aunque sea pequeño(a), notará tu cambio de conducta.
  • No te compares con otras mamás o papás y mucho menos compares a tu pequeño(a) con otros niños. Recuerda que cada niña o niño lleva su ritmo. No te presiones por comentarios como: ¿Todaví­a tu niño(a) no” gatea/camina/ habla? ¡No hagas eso, lo (a) vas a malcriar! ¿Para cuándo el hermanito?
  • Evita el perfeccionismo, No se trata de ser los padres que idealizamos ser, sino los que podemos ser y, sobre todo, reconocer lo que realmente necesita tu bebé, niña o niño. Identifica las conductas que pones en práctica, reconoce aquellas que no están en sintoní­a contigo. Resulta paradójica la manera en que el perfeccionismo nos aleja de nosotros mismos para encajar y pertenecer, lo cual es recibir un tipo de rechazo que proviene de uno mismo.

Reconoce todas las acciones que haces y que favorecen a tu bebé, niña o niño. Notarás que son muchas y que lo estás haciendo muy bien.

Disfruta la crianza de tu pequeño(a) los problemas, los trastes y la ropa sucia nunca se acaban, pero la primera infancia de tu pequeño(a) pasa muy rápido así­ que disfrútalo(a) y amalo(a) lo más que puedas.

 

 

Si emprendes acciones para disminuir los sí­ntomas de burnout y aún te sientes sumamente estresado(a) y agotad(o)a. Te sugerimos buscar ayuda de un especialista.

 

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